
Cuando se habla de Nigeria, necesariamente se tiene que resaltar como uno de los mayores comercios de criptomonedas de todo el mundo, lo que refleja una pérdida en la confianza sobre los sistemas tradicionales.
Es evidente que distintas naciones han adoptado de buena manera los activos digitales, muchos seducidos por lo innovador que ha sido este novedoso método de pago.
Aunque también ocurre mucho que dichas monedas digitales suelen ser adoptadas por habitantes de naciones que no viven una realidad financiera positiva, con problemas como la inflación y escasez.
Por lo que ya es común conocer de países que suelen destacar en el escenario cripto por sus altos indices con respecto a movimientos y transacciones de divisas digitales.
Tal es el caso de Nigeria, territorio que a lo largo de la historia ha sido azotado por varias coyunturas económicas, sumado a cuestionables gestiones por parte de sus gobernantes.
Esto a su vez ha generado que parte de la población recurra a la migración en otros territorios, en la búsqueda de nuevas oportunidades, por lo que el uso de transacciones internacionales se ha convertido en una necesidad.
Pero como consecuencia de los altos costos de transacción por transferencias bancarias internacionales y los largos tiempos de liberación del dinero enviado en forma de remesas hacia familiares dentro del país africano, dicha región ha encontrado en las criptomonedas la alternativa ideal.
Si bien gran parte de la población de este país utiliza criptoactivos en muchas de sus operaciones, es importante señalar que las autoridades financieras de Nigeria no han estado a favor de esta situación.
El Banco Central de Nigeria, ha argumentado que tienen preocupación de que los inversores sin experiencia puedan perder sus escasos ahorros apostando por un «activo altamente especulativo».
Hasta el punto de que este mismo organismo se ha encargado de negar este tipo de servicio a los habitantes, ya que en 2017 aplicó un reglamento en el cual prohibía el uso de activos digitales en la nación.
Evidentemente esta situación fue un nuevo obstáculo para la libertad económica de los ciudadanos de esta región, pero de igual forma gran porcentaje de los usuarios continuaron usando el servicio.
De hecho, una encuesta en línea de 2020 realizada por la plataforma de datos Statista encontró que el 32% de los nigerianos usaban criptomonedas, siendo la proporción más alta de cualquier país del planeta.
Por lo que recientemente el Banco Centra de Nigeria emitió nuevas restricciones mucho más severas, provocando una enorme cantidad de cuentas suspendidas y clausuradas hacia empresas del entorno criptográfico e inversores del ecosistema.
Claramente el panorama parece ser muy cuesta arriba para una población que solo ve en los criptoactivos una solución que pueda ayudar a evadir los múltiples problemas económicos de su nación.