
El programa de e-residence de Estonia está siendo evaluado por las autoridades locales, luego de cientos de denuncias por fraude o estafas de salida.
Al mismo tiempo, el país ha estado retirando los permisos de cientos de empresas de cifrado tras el mayor escándalo de lavado de dinero de Europa., en su mayoría pertenecientes a extranjeros valiéndose de la e-residence.
La e-Residencia de Estonia, también conocido como residencia virtual o residencia electrónica, es una iniciativa establecida desde el 1 de diciembre de 2014, que tiene por objetivo permitir el acceso de los no estonios a los servicios generales de Estonia, como la iniciación y gestión de empresas, el manejo de cuentas y pagos a través de las instituciones bancarias locales, e incluso el ser contribuyente en el propio sistema impositivo local.
Los estafadores han visto una oportunidad más para desde la distancia crear empresas fantasmas, valerse de una fachada legítima en ‘Europa’ aunque nada más lejos que la verdad.
Ciertamente no todos los emprendimientos que se han valido del programa de e-residence tienen malas intenciones, pero la falta de regulación en el país ofrece pocas garantías.
Sin embargo, eso está por cambiar luego que la Unidad de Inteligencia Financiera del país iniciara una investigación al respecto para tomar medidas.
Estonia ha sido uno de los países más amigables con las criptomonedas de la Unión Europea, está tomando medidas enérgicas contra cientos de empresas de criptomonedas con licencia en respuesta a un escándalo de lavado de dinero de 220 mil millones de dólares, según Bloomberg.
Estonia fue uno de los primeros países de la UE en otorgar licencias a las empresas de cripto, pero se ha visto obligada a tomar medidas drásticas después de que se detectaron cientos de miles de millones de dólares de dinero sucio en la unidad estonia del mayor prestamista de Dinamarca, Danske Bank A/S. que ha puesto al país en el centro del mayor escándalo de lavado de dinero de Europa.
Madis Reimand, directora de la Unidad de Inteligencia Financiera del país báltico, reveló que los reguladores sospechan que las empresas de criptografía autorizadas están abusando de sus credenciales estonias para cometer fraude en otros lugares.
Por lo tanto, más de 500 empresas, aproximadamente un tercio del total, que no habían podido iniciar sus operaciones en Estonia dentro de los seis meses posteriores a la obtención de la licencia, vieron sus permisos retirados. Explicó que:
«Este es un primer paso para ordenar el mercado, que nos permite ocuparnos de los problemas más urgentes al permitir operaciones solo para empresas que pueden estar sujetas a la supervisión de Estonia y medidas coercitivas».
Reimand indicó que vendrán medidas de licencia más estrictas. Más de la mitad de las empresas criptográficas restantes del país también pueden perder sus licencias, ya que tampoco tienen operaciones en Estonia y sus gerentes están fuera del país.
José Hernández
Noticiero Bitcoin