
Las prácticas sociales cambian y hay que prestarles atención. En tiempos de pandemia y crisis económica, cada día son más las personas que envían remesas a sus familiares, valiéndose del ecosistema cripto. ¿Por qué? Los migrantes han optado por despedirse de las altas comisiones, tiempos prolongados y límites de cambios diarios.
América Latina y el Caribe es una región donde las remesas juegan un papel estelar. El Banco Mundial estimó que el flujo formal de remesas hacia América Latina alcanzó los 96 mil millones de dólares en 2019 y representa hasta el 1,7% del PIB.
¡Hay más! Latinoamérica constituyó entre el 5 y el 9% de la actividad cripto, entre el período comprendido entre julio de 2019 y julio de 2020. ¿Te parece increíble? Sígueme en estas líneas y tendrás una idea de la creciente relación entre el ecosistema cripto y nuestra región.
La Organización de Naciones Unidas proclamó el 16 de junio como Día Internacional de las Remesas Familiares. Así reconocen la contribución de más de 200 millones de migrantes, para mejorar la vida de sus 800 millones de miembros familiares.
La ONU estima que la mitad de estos flujos se dirigen a zonas rurales, donde la pobreza se concentra. Esos envíos representan el 60% de los ingresos familiares de quienes se benefician de este dinero.
Este compromiso de los migrantes por sus seres queridos se refleja en números. Resulta que en el año 2019, el flujo de remesas en todo el mundo alcanzó los 706 mil millones de dólares. De esta cifra, 554 mil millones de dólares se enviaron a países de ingresos medios y bajos, que representan más del 5% del Producto Interno Bruto (PIB) de unos 60 países.
El dinero ganado con el trabajo de los migrantes es una forma de flujo financiero transfronterizo, que supera la inversión extranjera directa (534 mil millones de dólares) y la asistencia para el desarrollo en el extranjero (alrededor de 166 mil millones de dólares).
Los migrantes —siendo víctimas de hostilidades, aporofobia y xenofobia—, logran destinar más dinero a sus respectivos lugares de origen que los capitales, que prometen inversiones y ayudas. ¡Es como para reflexionar!
La devaluación de monedas locales, política monetaria incierta y ahora Covid-19 se suman para hacer de las remesas más esenciales de lo que ya eran para América Latina y El Caribe.
Cuando comenzó la pandemia, muchos pensaron que las remesas disminuirían. De hecho, en abril de este año, el Banco Mundial proyectó que el Covid-19 llevaría a que las remesas con destino a la región cayeran un 20%.
La caída de las remesas ocurrió, pero luego se produjo una recuperación y hasta aumentaron, a pesar de la pérdida de empleos en Estados Unidos: el país que constituye la mayor fuente de remesas hacia América Latina en moneda fiduciaria.
En junio de 2020, República Dominicana recibió 25.7% más de remesas, en relación al mismo mes del año anterior. Honduras registró un aumento interanual del 15% y El Salvador aumentó 10%. En agosto, México recibió 3,57 mil millones de dólares, que se traduce en un aumento del 5%, en relación al año anterior.
Consideremos un aspecto adicional, señalado por HugoRenaudin, director ejecutivo de LGO Markets, empresa dedicada a ofrecer servicios de mercado de capitales en una variedad de activos digitales:
“Más del 50% de los sudamericanos no tiene fácil acceso al sistema bancario. Por otro lado, el número de usuarios de Internet en América del Sur de 2014 a 2019 es de 387,2 millones; más de la mitad de la población de América del Sur. Este hecho sugiere que es más fácil para los sudamericanos tener acceso a una billetera criptográfica que integrarse al sistema financiero tradicional”.
Ante las limitaciones y restricciones, los latinoamericanos buscan activos alternativos. Las criptomonedas se posicionan con fuerza para el ahorro, así como para el envío y recepción de dinero. Incluso, son más capaces de superar los obstáculos impuestos por tensiones geopolíticas.
¿Cómo se respaldan estas afirmaciones? La empresa de investigación y análisis Blockchain Chainalysis en “Chainalysis 2020 Geography of Cryptocurrency Report” señaló que la región recibió 24 mil millones de dólares en criptomonedas, al tiempo que se envió 25 mil millones de dólares vía criptos, entre julio de 2019 al mismo mes en 2020.
Lo cierto es que las criptomonedas le permiten a los migrantes enviar dinero de forma rápida, más económica y segura. Muchos han dejado en el olvido las transferencias en moneda fiduciaria, a sus lugares de origen.
De este modo, pueden decirle adiós a las altas comisiones, horarios limitados, tipos de cambio desfavorables y ni hablar de los tiempos prolongados y límites de cambios diarios. Estas restricciones son propias de casas de cambio tradicionales como Western Union y Moneygram.
En cambio, en los exchanges de criptomonedas persona a persona —peer-to-peer (P2P)— como Binance, LocalBitcoins y LocalCryptos puedes escoger entre las tasas fijadas por diversas personas, dispuestas a intercambiar.
Además, existe la posibilidad de intercambiar en plataformas como Telegram, WeChat y WhatsApp. Allí los miembros también fijan sus tipos de cambio, indican cuánto tienen disponible y se negocia.
Los ingresos que los trabajadores latinoamericanos reúnen para enviar a sus familiares tienen un impacto en la estructura económica del país de origen de la migración. ¿Significan que son un motor de desarrollo de América Latina y El Caribe?
Dejemos la pregunta en el tintero y consideremos que el investigador Jorge Durand distingue entre remesas salario, inversión y capital. La primera equivale a un salario, que se destina a comida, vestido o sustento en general.
Cuando se invierte en bienes de consumo duradero, como un terreno, casa o un automóvil se trata de una remesa de inversión. Por otro lado, la remesa capital constituye un ahorro importante de dinero que se destina a un negocio, actividad productiva que deriva en un beneficio económico.
De manera que si las remesas de los migrantes pueden ser invertidas en negocios y mejorar las infraestructuras locales, sin duda contribuyen al desarrollo de las personas y sus comunidades. Tan importante son estos envíos de dinero que la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible se propone la disminución de los costos de envío. El Objetivo de Desarrollo Sostenible número 10 (ODS) en su meta 10.c se propone:
“Promover a los proveedores de servicios de remesas en ambos lados de los corredores de envío para que incorporen modelos empresariales competitivos e inviertan en canales de distribución y productos más rentables e inclusivos, a fin de reducir el costo de las transacciones hasta el 3% establecido en los ODS”.
Por eso, considero que las criptomonedas se han convertido en las garantes de que estos esenciales flujos de dinero lleguen —con la menor cantidad de restricciones posibles—a manos de las personas que los convierten en impulsores de sus golpeadas economías.
El ecosistema cripto cada día nos demuestra sus posibilidades y empuja a las instituciones y empresas prestadoras de servicios la necesidad de actualizarse y responder a las necesidades de la sociedad y no a las del sistema financiero.
Nelcy Gonzalez
Noticiero Bitcoin