
Sina Estavi, fundadora de un par de empresas cripto en Malasia, es la poseedora de un Non-Fungible Token (NFT) que enmarca el primer tuit de Jack Dorsey, fundador de la red social, tras haberlo comprado el año pasado por $2.9 millones de dólares.
La cantidad recaudada por Dorsey en su momento estaría destinada para ayudar en la lucha contra Covid-19 en África, lo que ayudaría a la alta suma, aunque ahora, que volvió a las subastas, no lograría superar los $280 dólares.
Dicha pieza icónica en los inicios de la plataforma disminuiría la atención de los usuarios, reuniendo tan solo siete (7) ofertas entre los 0.09 ETH (cifra cercana a los $280 dólares) y 0.0019 ETH (cifra cercana a los $6 dólares).
Este registro convirtió la venta en un absoluto fracaso tras la propuesta inicial de Estavi, quien habría planteado una oferta inicial tasada en los $48 millones de dólares, argumentando también que la mitad de la venta estaría dedicada a obras de caridad.
“Decidí vender este NFT y donar el 50% de las ganancias ($25 millones de dólares como mínimo) a la organización benéfica @GiveDirectly”.
Estavi se demostró con un alto ánimo indiferente ante los resultados escasos a lo esperado u ocasionado tan solo un año atrás en la venta del mismo artículo NFT por Jack Dorsey.
Ante esto, la directora apuntó que podría extender el plazo de venta o incluso no hacerlo ahora, puesto que se convertiría en un negocio poco rentable tras la rotunda diferencia de valores.
“El plazo que me puse había terminado, pero si recibo una buena oferta, podría aceptarla, quizás nunca la venda”.
Sin duda, el escenario contemplado con el primer tuit de Jack Dorsey sentencia la situación actual del mercado de tokens coleccionables, contando con un desplome más que importante, tanto en ventas como en interés popular.
Y es que a principios del mes de marzo, el promedio de transacciones para hacerse con los NFT descendieron en un 83% en el primer trimestre de 2022, lo que afectaría al valor de todos los tokens en venta y generando la salida de muchos coleccionadores digitales.
Ante esto comentó Pablo Rodríguez-Fraile, entusiasta de los NFT, en una entrevista con el medio Reuters, en donde argumentó las diferencias en el interés por los tokens en la actualidad.
“Obviamente, el entusiasmo y el interés que teníamos en algunos períodos el año pasado ya no está aquí (…) Creo que logramos algo que no era sostenible”.