
El Metro de Caracas, sistema de transporte subterráneo de la capital de Venezuela, aceptará bitcoin y otras criptomonedas como método de pago para el servicio, como parte de un nuevo plan denominado “sistema de cobro de pasaje automatizado”.
Este nuevo sistema de la empresa de transporte venezolana llega luego de varios intentos de la compañía por cobrar el pasaje en un contexto donde el efectivo no se consigue y en el que ni siquiera se cuenta con materia prima para fabricar boletos.
La medida fue anunciada en la cuenta oficial de Twitter del Metro de Caracas, donde señalaba que a partir del 1 de Marzo, los caraqueños podrán adquirir unas tarjetas recargables para pagar por los servicios de transporte del Metro.
Todo como parte de plan piloto con respecto al sistema de cobro de pasaje con tarjetas inteligentes, que permitirán el uso del transporte y evitando así obstáculos como la escasez de efectivo en el ya deteriorado sistema.
Hasta los momentos no se ha revelado mayor información sobre las criptomonedas que aceptarán. Pero actualmente, la wallet de criptomonedas oficial de la Sunacrip, Petro Wallet, soporta Bitcoin, Litecoin y Dash, además de la criptomoneda oficial de Venezuela, el Petro.
Por lo que las tarjetas inteligentes reemplazarían al tradicional sistema de compra de tickets desechables que llevaba décadas de vigencia. Método que recibía constantes críticas por parte de los usuarios debido a su deficiencia.
Hay que tomar en cuenta que no es la primera vez que el Metro de Caracas pone a disposición una tarjeta con varios viajes, ya que en años anteriores la compañía implementó la venta de tarjetas recargables.
Sin embargo, estas dejaron de ser adquiridas por los usuarios debido a fallas con los lectores, lo que a su vez trajo consigo mayores problemas con respecto al servicio que ofrece esta compañía.
El precio de una tarjeta precargada con 20 viajes es de 900.000 Bolívares, y cada viaje tendrá un costo de Bs. 20.000. Representando así un aumento del 1.900 % con relación a la tarifa anterior, la cual era de 1.000 bolívares, siendo una cantidad excesivamente mínima si se evalúa la situación económica que acarrea el país.
Por lo que la realidad no es nada alentadora para quienes necesitan de este servicio y ganan salario mínimo, pues teóricamente un día de trabajo no genera la remuneración suficiente para que una persona se traslade desde su casa a su oficina.
Basta decir que el costo de cada tarjeta equivale al 75 % del salario mínimo (1.200.000 bolívares), de acuerdo con el último aumento nacional anunciado en noviembre de 2020, aunque muchos no perciban realmente esta cifra.