
La operadora de pagos alemana colapsó tras haber confirmado el cese de pagos a sus acreedores por casi 4.000 millones de dólares.
La solicitud del proceso de insolvencia llega tras el gigantesco escándalo que estalló la semana pasada, en el que se conoció que la empresa había realizado, por varios años, fraudes contables por 2.100 millones de dólares, lo que condujo además al arresto de su expresidente ejecutivo.
Tras la promesa de sacudir el mundo de los servicios de pagos electrónicos, Wirecard, el ‘PayPal’ alemán, se derrumba en la insolvencia.
En un corto comunicado, la compañía explicó que la nueva administración ha decido dar el paso de declararse en bancarrota.
«La junta directiva de Wirecard ha decidido presentar una solicitud de apertura del procedimiento de insolvencia en el juzgado de primera instancia e instrucción de Múnich competente por la amenaza de insolvencia y sobre endeudamiento», explicó la compañía.
El escándalo financiero comenzó la semana pasa después de que la empresa auditora, EY, se rehusara a firmar el reporte financiero del 2019 denunciando «índices claros» de «un fraude de gran envergadura que implica a varias partes e instituciones en el mundo con el objetivo de engañar» a los servicios fiscales.
Tras la denuncia, directivos de Wirecard reconocieron que hacían falta más de 2.000 millones de dólares de los libros contables, que representan cerca del 25% del balance total de la compañía.
«El consejo de administración de Wirecard considera que existe una probabilidad predominante de que no existan saldos de cuentas bancarias por un monto de 1.900 millones de euros», dijo en su momento la junta, que no negó haber sido víctima de un fraude «de proporciones considerables».
Todo esto llevó a que las autoridades alemanas emitiesen una orden de arresto contra Markus Braun, de nacionalidad austriaca, que ejercía como consejero delegado de la firma.
Según la Fiscalía de Múnich, Braun pudo haber simulado ingresos de la entidad para inflar el negocio de Wirecard y presentar una información financiera más atractiva a inversores y clientes.
Sin embargo, Braun fue puesto en libertad bajo una fianza de 5 millones de euros y la obligación de comparecer semanalmente ante la Policía.
Según las investigaciones, la compañía «inflaba» su cuentas con fondos ficticios mediante operaciones irregulares en Filipinas.
Este es un «escándalo sin precedentes en el mundo de las finanzas», aseguró el Gobierno alemán.
Con información de: France24